Contrato Coloriuris El Borrador de Papel: cuentos
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos. Mostrar todas las entradas
 ¡¡El hombre es un lobo para el hombre!!


Hoy un pequeño fragmento literario de Bertolt Brecht de "Historias de almanaque"

Como bien saben mis lectores y a los que no lo son les cuento, no me gusta poner fragmentos literarios ni videos porque suelen entenderlo algunos o parecerme solo bello a mi y no a otros, pero creo este todos lo entenderán.

Es un poco el reflejo de como no estamos tan lejos de ser igual a los animales, solo parece nos separa algo que se llama cultura pero que al fin de cuentas no lleva siempre a comportarnos como animales.

Como diría Hobbes "el hombre es un lobo para el hombre"

Y este es el fragmento:

— Si los tiburones fueran hombres -preguntó al señor K. la hija pequeña de su patrona- ¿se portarían mejor con los pececitos?
— Claro que sí -respondió el señor K.-. Si los tiburones fueran hombres, harían construir en el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como materias animales. Se preocuparían de que las cajas tuvieran siempre agua fresca y adoptarían todo tipo de medidas sanitarias. Si, por ejemplo, un pececito se lastimase una aleta, en seguida se la vendarían de modo que el pececito no se les muriera prematuramente a los tiburones. Para que los pececitos no se pusieran tristes habría, de cuando en cuando, grandes fiestas acuáticas, pues los pececitos alegres tienen mejor sabor que los tristes. También habría escuelas en el interior de las cajas. En esas escuelas se enseñaría a los pececitos a entrar en las fauces de los tiburones. Estos necesitarían tener nociones de geografías para mejor localizar a los grandes tiburones, que andan por ahí holgazaneando.
Lo principal sería, naturalmente, la formación moral de los pececitos. Se les enseñaría que no hay nada más grande ni más hermoso para un pececito que sacrificarse con alegría; también se les enseñaría a tener fe en los tiburones, y a creerles cuando les dijesen que ellos ya se ocupan de forjarles un hermoso porvenir. Se les daría a entender que ese porvenir que se les auguraba sólo estaría asegurado si aprendían a obedecer. Los pececillos deberían guardarse bien de las bajas pasiones, así como de cualquier inclinación materialista, egoísta o marxista. Si algún pececillo mostrase semejantes tendencias, sus compañeros deberían comunicarlo inmediatamente a los tiburones.
Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente la guerra entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. Además, cada tiburón obligaría a sus propios pececillos a combatir en esas guerras. Cada tiburón enseñaría a sus pececillos que entre ellos y los pececillos de otros tiburones existe una enorme diferencia. Si bien todos los pececillos son mudos, proclamarían, lo cierto es que callan en idiomas muy distintos y por eso jamás logran entenderse. A cada pececillo que matase en una guerra a un par de pececillos enemigos, de esos que callan en otro idioma, se les concedería una medalla de varec y se le otorgaría además el título de héroe.
Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos, y sus fauces como puros jardines de recreo en los que da gusto retozar. Los teatros del fondo del mar mostrarían a heroicos pececillos entrando entusiasmados en las fauces de los tiburones, y la música sería tan bella que, a sus sones, arrullados por los pensamientos más deliciosos, como en un ensueño, los pececillos se precipitarían en tropel, precedidos por la banda, dentro de esas fauces.
Habría asimismo una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones.
Además, si los tiburones fueran hombres, los pececillos dejarían de ser todos iguales como lo son ahora. Algunos ocuparían ciertos cargos, lo que los colocaría por encima de los demás. A aquellos pececillos que fueran un poco más grandes se les permitiría incluso tragarse a los más pequeños. Los tiburones verían esta práctica con agrado, pues les proporcionaría mayores bocados. Los pececillos más gordos, que serían los que ocupasen ciertos puestos, se encargarían de mantener el orden entre los demás pececillos, y se harían maestros u oficiales, ingenieros especializados en la construcción de cajas, etc. En una palabra: habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.
Creo que este fragmento nos invita a reflexionar en tantas cosas que bajo un velo de cultura nos llevan a la vil sentencia de que somos mas animales q los animales, pues ellos hacen las cosas que hacen por instinto, nosotros las hacemos con razón, inteligencia y premeditación y con todas estas herramientas somos mas culpables que los primeros por seguir haciéndolo.

"este fragmento lo descubrí del libro "La Filosofía, una invitación a pensar" de Jaime Barylko si quieren tener un buen libro de filosofía en casa que sea breve y que enseñe todo lo que uno debe saber de esta madre de todas las ciencias, los invito a lo consigan porque es hermoso."


Nos vemos pronto!
¡¡Desde otro punto de Vista!! 
Caperucita Roja y Los 3 Cerditos
pero ahora 
Contadas por el Lobo




A veces nos encerramos en una idea, porque el que nos cuenta quieren que hagamos eso, otras tildamos de bueno a uno y de malo al otro porque solo escuchamos una campanada de la historia. Lo cierto es que todos alguna ves cometimos el error de no dar el derecho a replica al otro y escuchar solo la historia contada por una de las partes, que claro, por contarla este siempre se victimizara y querra demostrar que tuvo la razon. Esto se ve claramente en los tribunales en casos de abogados, pero en realidad lo podemos ver mas cerca aun. Por eso les traigo dos historias que todos conocemos la de Caperusita Roja y la de Los 3 Cerditos, pero esta vez contada por el Lobo de la historia.

Para quienes no allan leido los cuentos originales les dejo un link para que lo hagan (Caperucita Roja) y (Los 3 Cerditos)

Y ahora sí, los invito a leer los cuentos contados por el lobo y a reflexionar que "todo no es lo que parece":

Caperusita roja contado por el Lobo:


El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.

Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi venir una niña vestida en una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisieran que la vean. Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunte quien era, de donde venia, a donde iba, a lo que ella me contesto, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo.

Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues también el bosque era para el. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.

La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegue me abrió la puerta una simpática viejecita, le expliqué la situación. Y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.

Cuando llegó la niña la invite a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran par oírla mejor.

Ahora bien me agradaba la niña y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado. La niña tenía bonita apariencia pero empezaba a serme antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizo. Siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.

Se que debí haberme controlado pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y diciéndole que eran así de grande para comerla mejor. Ahora, piensen Uds.: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando y yo corría atrás de ella tratando de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité pero fue mucho peor. La niña gritó aun más. De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada. Yo lo mire y comprendí que corría peligro así que salté por la ventana y escapé.

Me gustaría decirles que este es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el mundo comenzó a evitarme.

No se que le pasaría a esa niña antipática y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora Ustedes ya lo saben.
Fuente: 7calderosmagicos.com.ar


Los 3 Cerditos contado por el Lobo: 
 

No entiendo por qué nos tienen que poner a los lobos como seres despreciables, malvados y feroces. Yo soy un animal pacífico y solitario; no me gusta meterme con nadie. El problema es que que a todos los lobos se nos utiliza como si fuéramos marionetas. Sí, sí... Como lo oís. Veréis: A mí me ocurrió que , un buen día de primavera, iba paseando por el bosque. Atisbé en la lejanía una pequeña casa hecha de paja. Me acerqué. Aquel día estaba yo fatal de la alergia y, para colmo, la casa estaba situada entre olmos. Llevaba todo el día estornudando y al llegar a la casa, me dio un cosquilleo en el hocico. Estornudé. Pude sentir cómo tembló la casa y se cayó. Descubrí a un cerdo aterrorizado sentado en un sofá marrón sentado junto a un televisor apagado. Me miró y emitió un especie de chillido ahogado. Repentinamente, salió corriendo hacia un claro del bosque. Yo fui tras él para pedirle perdón, pero el cerdo hacía caso omiso a mis disculpas. Al llegar al claro pude ver una casa de madera semejante a la derribada. El cerdo paró en seco ante la puerta de entrada y golpeó con las pezuñas con desesperación contra la puerta. De pronto, se abrió y el cerdo penetró en la casa a toda velocidad. Cerró la puerta de un portazo y echó la llave.Yo pude parar justo a tiempo para que no me estampara la puerta en el hocico. Con este gesto, volví a sentir un cosquelleo y, sin poder evitarlo, estornudé de nuevo. Otra vez sentí cómo tembló la casa y se desmoronó. Dentro había dos cerdos sentados alrededor de una mesa de cristal. Me miraron espantados e incluso pude ver cómo se dilataron sus pupilas. Salieron corriendo y desaparecieron de entre los escombros como una exhalación. Les perseguí, cada vez más avergonzado del resultado de mi alergia.Cuando llegamos a otro claro cercano, descubrí otra casa, pero ésta era de ladrillos y cemento. Los dos cerditos golpearon con desesperación la puerta y, cuando ésta se abrió, entraron escopetados y cerraron con una rapidez admirable. Yo estaba cada vez más confuso y les pedí por favor que me abrieran porque tan solo quería disculparme. Los cerdos no me creyeron. Aguardé en la puerta esperando a que salieran creyendo que me había marchado, y es que a mí, cuando se me mete algo en la cabeza, no hay quién me lo saque.

Estuve esperando un buen rato y, de pronto, me di cuenta de que venía un cazador a todo velocidad en dirección a donde estaba yo. Llevaba consigo una escopeta con la cual, no me gustaría tener que volver a tratar nunca. Me levanté de un brinco e hice lo primero que se me pasó por la cabeza: subirme al tejado de la casa. No entiendo cómo, pero pero lo hice. Estaba yo en el tejado cuando el cazador disparó un disparo que por poco me dio. Perdí el equilibrio y caí por la chimenea. me di un terrible costalazo contra el suelo del salón y, tras un momento de aturdimiento, vi a los tres cerditos muertos de miedo en un rincón. Yo me acerqué cuidadosamente y les dije que no tuvieran miedo, que no iba a hacerles daño. Esto parece que les tranquilizó un poco y les conté lo realmente ocurrido. Tras una breve pausa, los tres cerditos se miraron entre sí con miradas de complicidad. Uno de ellos se adelantó unos pasos y me dijo que si quería salir ileso de allí, tendría que decir que les perseguí porque quería comérmelos y que no estornudé contra las casas, sino que las derribé a propósito. Yo reí sin ganas porque en el fondo sabía que tendría que aceptar las condiciones. Los cerditos admitieron que fueron ellos los que llamaron al cazador para acabar conmigo y que no le dirían que se fuera hasta que jurase hacer eso. Yo estaba furioso, impotente, acorralado. La rabia corría por mis venas. Apreté las garras y decidí aceptar. No me quedaba más remedio. Los cerdos, pasado un tiempo, decidieron escribir la historia, pero con la versión inventada. Registraron la obra y la pusieron a la venta. Resultó ser un "Best-seller" durante mucho tiempo.

Más de una vez pensé en llevarles a los tribunales, pero siempre he acabado desechando la idea, porque nadie me tomaría en serio. Y ni siquiera sé si vosotros me creeréis, pero eso es algo que ya no me importa. Como os he dicho al principio de esta historia, yo soy un animal solitario. Uno se acaba acostumbrando a que la gente no quiera saber nada de él por una tonta historia que ni siquiera es verdad. Si os soy sincero, desde ese día no he vuelto a comer cerdo. Creo que acabaré siendo vegetariano...
Fuente: Elotrolado.net

Bueno, ahora que leimos el punto de vista de cada uno, ¿a cual le creemos? ;)
¡Nada Es Casualidad! 


            Buenas mi queridos lectores, este será mi primer post después que anuncie mi regreso a el mundo Blogger. Y es que hace más de 6 meses que no aparecía por aquí. En estos meses de exilio de la Web me encontré con algunas cosas interesantes, entre ellas una película llamada “3:19 nada es casualidad” de las cual les hablare porque me llamo poderosamente la atención, por dos motivos, - no miro nunca ninguna película que sea hecha por el cine español (sea argentino, español, mexicano, boliviano o cualquier otro) talvez porque el mundo del cine norteamericano me ha creado un prejuicio contra este cine, que debo reconocer, cada vez que le doy una oportunidad para  que  me guste, se porta a la perfección y me deja mucho mas a nivel cultural que muchos Films Hollywoodenses, esta película fue de esos casos dejándome muy satisfecho con toda la historia, que si bien me la presentaron como comedia – y de comedia no tiene nada – es una gran historia de drama. y aquí es donde voy a hacer hincapié, y mis lectores sabrán disculparme si lo torno largo pero realmente es, si no provechoso, al menos interesante, la película deja mucho pero mucho valor cultural, o mas bien intelectual, nos hace conocer la historia real de un matemático (nombre el cual develare en otro post, contando su historia fascinante – a los interesado en saberlo ya pues vean la película o mándenme un mensaje privado --) de cómo no se de por vencido tras tropiezos y tropiezos. La película española, sigo contándoles, habré un portal hacia un libro que no conocía, y creo muchos tampoco sabrán de el “La insoportable levedad del ser – Milan Kundera” leen fragmentos, y sobre todo hacen hincapié en uno. (En realidad son dos fragmentos que el film une para darle mas sentido al texto, personalmente lo llamaría [del destino y sus artimañas]) que paso a contarles y es este mi regalo para ustedes, porque bien podría guárdamelo para mi, pero deseo lo conozcan, lo disfruten y los impulse a pensar y a leer este libro (considerado novela filosófica para el mundo literario, pero rechazado el concepto de filosófica para el autor de la obra).

El fragmento que llamare como dije “del destino y sus artimañazas” o “de las casualidades causales” dice lo siguiente a modo de cuento.
“al final pongo un video contando la mitad de esta historia, video que pertenece a un fragmento de la película [”Nada es casualidad”] recomiendo lean esto antes de verlo”

“Hace siete años se produjo casualmente en el hospital de la ciudad de Teresa un complicado caso de
Enfermedad cerebral, a causa del cual llamaron con urgencia a consulta al director del hospital de Tomás.
Pero el director tenía casualmente una ciática, no podía moverse y envió en su lugar a Tomás a aquel
Hospital local. En la ciudad había cinco hoteles, pero Tomás fue a parar casualmente justo a aquél donde
Trabajaba Teresa. Casualmente le sobró un poco de tiempo para ir al restaurante antes de la salida del tren.
Teresa casualmente estaba de servicio y casualmente atendió la mesa de Tomás. Hizo falta que se
Produjeran seis casualidades para empujar a Tomás hacia Teresa, como si él mismo no tuviera ganas.
Regresó a Bohemia por su causa. Una decisión tan trascendental se basaba en un amor tan casual que
No hubiera existido si su jefe no hubiera tenido la ciática hacía siete años. Y aquella mujer, aquella
personificación de la casualidad absoluta yace ahora a su lado y respira profundamente mientras duerme.
Estaba ya bien entrada la noche. Sentía que le empezaba a doler el estómago, tal como solía ocurrirle
en los momentos de angustia.
La respiración de ella se transformó una o dos veces en un suave ronquido. Tomás no sentía en su
interior ninguna clase de compasión. Lo único que sentía era la presión en el estómago y la
desesperación por haber regresado.”
(Primera parte – sección 17)

Cuando Tomás regresó de Zurich a Praga, le invadió una sensación de malestar al pensar que su
Encuentro con Teresa había sido producido por seis casualidades improbables.
¿Pero un acontecimiento no es tanto más significativo y privilegiado cuantas más casualidades sean
necesarias para producirlo?
Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo
esperado, lo que se repite todos los días, es mudo. Sólo la casualidad nos habla. Tratamos de leer en ella
como leen las gitanas las figuras formadas por el poso del café en el fondo de la taza.
Tomás apareció ante Teresa en el restaurante como la casualidad absoluta. Estaba sentado junto a un
libro abierto. Levantó la vista hacia Teresa y sonrió: «Un coñac».
En ese momento sonaba la música en la radio. Teresa fue a la barra a buscar el coñac y giró el botón de la
radio para que sonase aún más alta. Reconoció a Beetho-ven. Le conocía de cuando vino a su ciudad un
cuarteto de Praga. Teresa (quien, como sabemos deseaba algo «más elevado») fue al concierto. La sala
estaba vacía. Además de ella sólo estaban el farmacéutico local y su mujer. De modo que en el escenario
había un cuarteto de músicos y en la sala un trío de oyentes, pero los musicos
fueron tan amables que no suspendieron el concierto y tocaron toda la noche, para ellos solos,
los tres últimos cuartetos de Beethoven.
Después el farmacéutico invitó a los músicos a cenar y le pidió a la oyente desconocida que les
acompañara. Desde entonces Beethoven se convirtió en la imagen del mundo al otro lado, del mundo que
deseaba. Mientras le llevaba el coñac a Tomás desde la barra, trataba de interpretar aquella casualidad:
¿cómo es posible que precisamente mientras le lleva el coñac a ese desconocido que le gusta, oiga a
Beethoven ?
No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable,
las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como los pájaros hacia los hombros de
San Francisco de Asís.
10
La llamó para decirle que quería la cuenta. Cerró el libro (la contraseña de la hermandad secreta) y a
ella le dieron ganas de preguntarle qué estaba leyendo.
—¿Me lo puede apuntar a mi habitación? —preguntó él.
—Sí—dijo—. ¿Qué número tiene?
Le enseñó la llave, a la cual estaba atada una plaquita de madera y en ella pintado un seis de color
rojo.
—Es curioso -dijo ella— la número seis.
—¿Qué tiene de curioso? —preguntó él.
Se había acordado de que, cuando vivía en Praga y sus padres aún no se habían divorciado, su
casa llevaba el número seis. Pero dijo otra cosa (y nosotros podemos valorar su astucia):
—Usted tiene la habitación número seis y yo termino de trabajar a las seis.
—Y mi tren sale a las siete —dijo el hombre desconocido.
No sabía qué decir, le dio la cuenta para que la firmase y la llevó a la recepción. Cuando terminó de
trabajar, el forastero ya no estaba sentado a la mesa. ¿Habría comprendido su discreto mensaje? Salió
del restaurante muy nerviosa.
Enfrente había un parquecillo ralo, el pobre parqueci-llo de una pequeña y sucia ciudad, que siempre
había representado para ella una pequeña isla de belleza: había un trozo de césped, cuatro chopos,
algunos bancos, un sauce llorón y una mata de forsythia.
Estaba sentado en un banco amarillo desde el cual se veía la entrada al restaurante. ¡Precisamente
en aquel banco había estado sentada ayer con un libro en el regazo! En aquel momento supo (los pájaros
de la casualidad volaban hacia sus hombros) que aquel hombre desconocido le estaba predestinado. La
llamó, la invitó a que se sentase junto a él. (Los marinos de su alma salieron corriendo a la cubierta del
cuerpo.) Luego lo acompañó a la estación y, al despedirse él, le dio su tarjeta con su número de teléfono:
«Si alguna vez viene por casualidad a Praga...».
(Sección segunda, parte 9)

Lo que me llama la atención de este cuento es como demuestra de una forma muy simpática como el destino cruza y entrecruza los elementos para formar los sus cometidos. Se que a muchos le parece absurdo esto porque la idea del “libre albedrío” con la que se educaron. (Idea que me parece tan valida como la del destino, para quien la cree) rechazaran de forma categórica la idea de que el destino nomás maneja a su antojo… simplemente es un cuento para pensar. Lo que quiero decir es no lo rechacen de entrada, procésenlo, trátenlo, critíquenlo y si después de ese proceso lo rechazan perfecto.

Les dejo un fragmento de este texto en video, si yo lo hice mas largo en la transcripción es porque se que los cuentos o se cuentan bien o no se cuentan, y me parece había muchos partes que el video no trae que debían ser contadas.


De nuevo los invito a Lean es libro muy ameno y rico en saberes
Y si tienen que elegir una película permítanse verla, por si no lo leyeron arriba, se llama “3:19 nada es casualidad”.

ElBorradorDePapel...
¿Porque los perros se huelen la cola?
 

.

Muchos se preguntan porque siempre ahí un perro oliéndole la cola al otro en ves de pasarse la pata o darse un lengüetazo en la mejilla, yo fiel a esta sección de “preguntas locas”, les traigo la respuesta que me la revelaron cuando tenia solo 8 años, ahora ustedes sabrán una de las pocas cosas que wikipedia no sabe.

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, en un lugar secreto del cual no puedo contarles porque correría peligro, se juntaron todos los perros del mundo ha hacer una fiesta, que dicen se realizaba todos los años, cuando los amos dormían.

En esa fiesta estaban obligados a ir bañados, peinados y vestidos de gala, por lo que también se les exigía a cada uno de los invitados, que dejen su cola en la entrada, donde la recepcionista las etiquetaba, les daba un comprobante y las colgaba en un perchero.

Imaginen el tamaño del lugar de la fiesta para que entren todos los perros del mundo. Lamentablemente jamás pude saber que música escuchaban o si había alcohol en el lugar, pero si supe que “había gato encerrado”, algo que ocultaban, algo oscuro y misterioso, tanto es así que cuenta la leyenda, en medio de esa fiesta por quejas de vecinos, llamaron a la policía y cuando los uniformados entraron al lugar con mas de 30 agentes, los perros aterrorizados salieron a correr, la mayoría se abalanzo al "guardacola" y llevo la primer cola que encontró, otros mas miedosos escaparon sin importarles dejar su cola allí.

Lastima que se dice, todos pudieron escapar, por eso esto sigue siendo solo una leyenda sin pruebas. Un par de policías con algunas colas que quedaron perdidas en el galpón en sus manos no podían ser más que tildados de locos cuando contaron la historia de la fiesta, y los 30 fueron llevados a un manícomió.

A partir de ese momento, dicen, que como los perros agarraron la primer cola que vieron, del "guardacola", terminaron perdiendo la verdadera y teniendo que usar una que no era la suya, por eso ahora todos los perros huelen la cola del otro para ver si no es esa la de ellos, dicen también que hasta este momento ninguno pudo coincidir con su cola y por eso siempre la siguen buscando, otros cuentan que alguno odian la cola que tienen y por eso tratan de sacárselas todo el tiempo pero nunca la logran alcanzar, ahora muchos entendemos porque los perros corren atrás de su propia cola, y por ultimo la leyenda en su párrafo final dice, los mas temerosos que corrieron sin buscar su cola, ahora están sin ellas, aunque siguen buscándola en la parte de atrás de los demás.


Un saludo y Gracias a todos por comentar y seguirme!!
¡El Teatro de la cita!


Lo podría haber llamado el guión de las citas, pero muchos podrían a ver imaginado esta figura cuando digo guión ( - ) .

Visto desde arriba como un socrates flotando en el cielo y mirando mas alla de lo superficial a las parejas que se encuentran para conocerse, me doy cuenta de que las citas no son mas que un guión ya preparado de antemano donde ambos sabemos el papel que jugamos, como empieza la escena, como se desarrolla y hasta los posibles finales.

Básicamente para que me entiendan, una cita consta de las siguientes etapas, escenas llamémosle para el teatro:
  1. Invitación a salir
  2. Entrada (encuentro mas la ida hasta la 3 escena.)
  3. Plato Principal (cena, tomar algo, etc.)
  4. Plato fuerte (El cierre del beso)
  5. Plato picante (podría decirle de muchas forma pero voy por la mas simple. Sexo!)
  6. Postre (de la cita al noviazgo)

Empecemos a desarrollarlas una por una, va a ser entretenido.

1-La invitación a salir: El llama, Ella contesta y se hace la mujer ocupada, El insiste, Ella a la larga acepta.
Y ahí empieza todo. Ella obviamente dice (si te acepte la salida, tácitamente te dije “si, tienes posibilidades de conquistarme, vamos a ver que haces”)
Y El obviamente sabe (listo ya estoy en juego, solo tengo que comportarme bien, jugar bien las fichas y el plato fuerte viene seguro (ya les cuento lo que es el plato fuerte)
Y vamos a la…

2-Entrada: Aquí los actores, se saludan de la mano o beso en la mejilla, fingiendo que no se gustan, se miran y si El no propone, Ella dispone, y pregunta, “¿Qué hacemos?” a lo que hace que El pase por el primer momento critico de la obra, (¿Donde la llevamos?, ¿Que hacemos? Si le damos a elegir va a pensar que somos inseguros, y si elegimos mal el lugar arruinamos todo), sea como sea terminamos eligiendo algún lado y eso nos lleva a el…

3-Primer plato: cena, tomar un café, una coca, escuchar una banda, es lo común del actor de estas obras, nos sentamos, Ella finge algo de indiferencia, o mas bien un “vamos a ver que tienes para ofrecerme” y El como vendedor de autos empieza a venderse y a largar todo el discurso de que tan genial es, porque conviene entre los otros hombre, saca su personaje divertido, pero serio a la vez y muestra todo lo galán que puede llegar a hacer, mientras Ella lo mira y siguiendo el guión empieza a hacer preguntas incomodas a lo Sherlock Holmes y de ves en cuando critica algún comentario de El para ver si este se corrige o sigue con su idea, de esa forma ve si es seguro de si mismo.
Aquí dependiendo de la obra teatral entra un tercer personaje a la escena, el famoso florista, vendedor de tarjetitas o el que le toca una canción a la dama. Para el actor hombre es otro momento critico de la escena “¿Si le doy la rosa quedo como un apurado que la presiona pero si no se la doy quedo como un tacaño, que hago?” haga lo que haga no podrá saber el resultado de toda su pomposa actuación hasta llegar a el

4- Plato fuerte: ¡Vamos!, que la obra esta en pleno desarrollo y tiene que haber un buen final, si es romántico, de comedia o de terror, lo sabremos en esta escena.
El guión dice en su cuarto párrafo “El actor toma a la dama y la invita a dar un paseo antes de llevarla a su casa, Ella con inocencia finge no saber las intenciones de ese paseo y accede, solo Ella sabe que en la cartera tiene un cuchillo rompe corazones, un frió hielo con el que cortara el clima y un labial con el que dejara marcado los labios en el mejor actor, el publico espera impaciente el final, y el actor lo ansia mucho mas, el telón se corre, se prenden las luces y continua la función”.
Así El la invita a dar un paseo antes de terminar la velada, Ella acepta como no sabiendo lo que viene, dan un par de vueltas y tarde o temprano viene algo como “la verdad que hace mucho no sentía que me divertía tanto con alguien” o “que lindo es verte con esta luz de la luna” o “me siento como si te conociera toda la vida” o bueno, habrá tantos discursos como actores, y antes de que Ella diga algo, El acerca despacio sus labios a los de Ella, es el equivalente a preguntarle “aprobé profesor?” pero en una cita se habla de otra forma, así que El se hacer a Ella con lo que llamo “el cabezazo” y en ese momento la tribuna aguanta la respiración y deja de pestañear, ¿Que decidirá nuestra actriz protagónica?, ¿lo besara o esquivara el cabezazo? Pues eso solo lo sabrán quien paguen para ver la función, o que, ¿esperaban ver todo gratis?
Ahora es donde si Ella rechaza el beso, la escena puede terminar, se cierra el telón y el publico pide que le devuelvan el dinero de la entrada mientras el actor piensa como adornara la historia para cántasela a sus amigos o directamente no contársela, pero si Ella acepta el beso agregar una escena mas en ese mismo día, o bien se le pide al publico venga dentro de una semana a ver como se desarrolla la escena final o sea el.

5-Plato picante: “vamos a mi casa a tomar algo”, “ven pasa te muestro mi cepillo de dientes que hace lucecitas”,  “porque no miramos una película en casa?”, etc… toda excusa valida para culminar la escena con sexo apasionado, disfrutar de toda la saliva que gastamos anteriormente en bla bla bla y mas bla, porque desde ese momento en que nos saludamos con un beso en la mejilla en la primer “entrada”, ya estábamos pensando en este final, y vamos a suponer que nuestro actor es una bestia sexual y lo logro… bueno, al menos eso espero, sino esta obra de teatro seria una comedia musical y yo no vine a mirar una comedia…
Pero esto no significa que aquí termine nuestra obra teatral propia de Brodway…
Terminado el plato fuerte, ahí quienes se levantan, piden la cuenta y se van del restaurante porque el postre es demasiado caro, y otros que prefieren pedir el postre y pasar un rato mas el tiempo.
Si El y Ella son de los segundos viene el.

6- Postre: Bueno pasamos todas las escenas victoriosamente o sea que en conclusión “Pasamos bien los filtros, nos gustamos y tuvimos sexo”, y entonces El dice “¿Quieres ir un paso mas? ¿Vamos a ponernos de novio?” Y ella dice ¡Si!… A partir de aquí le dimos un tinte romántico a la obra, y como toda obra romántica aburre el público, este se va, y ellos aran de esa escena lo que quieran. Ahora, si alguien se queda a ver la obra por favor me cuenta si esto es al final una obra romántica o si  a la larga termina siendo un drama, yo apago las luces y me voy…
“! Devuélvanme la entrada ¡ esto es un robo…”

"Con mas o menos variantes esto es el típico guión de una Cita, así que como todo el que quiere mejorar, solo nos queda practicar y convertirnos en buenos actores."

Licencia de Creative Commons

¡¡¿Y que paso con el loro?!!


Cinco de la tarde de un viernes veraniego, yo sentado en la PC escribiendo algo como esto, y de repente un chillido molesto me hace recordad que hace unos días atrás por insistencia persuasiva de mi hermano menor, trajeron un loro a mi casa, bueno nunca supe si era loro o cotorra, la diferencia debe ser mínima, pero eso no viene al caso.
La cuestión es que el sonido molesto era ese animal se plumas verde suplicando alimento, como preso en la cárcel, y yo solo en mi casa, como buen samaritano, y un poco para que no moleste mas me levanto y busco que darle de comer, pero, ¿que le doy de comer? Claro es fácil pensar en “pepe quiere papa” o “la galleta para pepe” pero si no encuentras papa, ni pan, ni galletas, ¿que le das de comer?. Y como todo cyberadicto o Geek como se dice en la actualidad “Pienso, luego Google”. Me voy a la computadora abro Internet Explorer (no me culpen no conocía Firefox en esa época -.- ) pongo el buscador que todos amamos y escribo “¿que darle de comer a un loro?” a lo que en “(0,27 segundos) aparecen Aproximadamente 174.000 resultados” y agarro a mirar esa previa que dice debajo de cada resultado, un fragmento de texto que describe lo que hay adentro de la pagina que coincide con lo que busco, así que miro la primer web que aparece, y es de un foro, que en su contenido rezaba algo mas o menos así. “A los loros pequeños a la hora de darles de comer, la papa les encanta… las galletas los fascina y el perejil los mata!...”, el texto se cortaba ahí.
Yo como todo lector descuidado o por un gran error de sintaxis o comprensión, y haciendo mal uso de la lógica, entiendo que si la papa les encanta y las galletas les fascina, el perejil los mata, pero de felicidad, del gusto, como quien dice por ahí “esa mujer me mata” o “esta hamburguesa esta buenísima pero las papas fritas que las acompañan te matan del sabor”. Y ¿adivinen que?, mi heladera no tenia papa, ni pan, ni galletas, pero si tenia unos verdes, frescos y grandes ramilletes de perejil rozagantes y listos para ser victima de la primer boca o en este caso pico que encuentren.
Así que satisfecho conmigo mismo por hacer una buena acción, voy, agarro unas hojas de perejil y se las llevo a el pobre loro muerto de hambre, va muerto iba a estar mas tarde si tocaba esas hojas… Se las pongo en su jaula y me voy a sentar frente a la PC nuevamente, allí es donde interviene la mano divina de Dios haciendo que se escuche el sonido de llaves en la puerta y entre mi madre la cual después de dejar su bolso al lado de la jaula del loro se da cuenta de esa cosa verde que ahí dentro y me pregunta con un tono de voz grave “!Le diste perejil al loro, ¿Qué, lo queres matar?¡”.
Houch! en ese momento me doy cuenta de que lo que había interpretado yo estaba mal, el perejil los mataba pero no del gusto, los mataba en serio, era veneno, en derecho se llamaría asesinato culposo, entendí todo mal y por eso iba a matar a un animal inofensivo, que me molestaba, si, es verdad, pero no tenia la culpa el pobre pajarito.
La cuestión que el loro no tubo tiempo de tocar el perejil así que fue un final feliz para el, por lo menos hasta que un mes después el gato se lo termino comiendo, pero bue como en destino final si te tienes que morir, morís, al menos ahí ya no fue mi culpa.
Lo que si a partir de ese día aprendía algo nuevo que me va a marcar para el resto de mi vida, el perejil mata a los loros, la duda que me queda es ¿matara a las cotorras como a los loros o esa será la diferencia entre un pájaro y el otro? Por las dudas mejor no intentemos averiguarlo. :)



Licencia de Creative Commons

 El Borrador de papeles by http://elborradordepapeles.blogspot.com is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 Argentina License. (el texto de este post esta protegido por las leyes internacionales de derecho de autor, pida permiso al autor para el uso de la obra)

¡¡No me dejes vivir!!



Ocho de la mañana de un día mas como cualquier otro, sol arriba y suelo abajo, gente sentada al lado de Juan, y Juan sentado en una silla. Suena un parlante diciendo su nombre, distraído no lo escucha, se acerca la enfermera le toca el hombro y lo invita a pasar al consultorio del Dr. Aranda, el se sienta atemorizado, días antes se había hecho una tomografía y hoy sabría el resultado, el presentía había algo malo. El Dr. toma su informe, lo mira seriamente pero con un dejo de pena que su rostro no podía ocultar y que los años de dar ese tipo de noticias todavía no lo acostumbraron a decirlas, Juan como mentalita de televisión ya presiente lo que viene y lamentablemente no estaba equivocado, su Dr. le comunica que por el cáncer que padecía no le quedaban mas de 4 meses de vida.
En ese momento como quien recibe un chaleco de plomo en su espalda, el mundo empieza a temblar para Juan, para el ya ese día no era como cualquier otro, ya el sol no esta y el suelo se derrumbaba, ya poco importaba que aya gente sentada alrededor de el, ya poco importaba todo, ya mucho no importaba nada, se retira del consultorio con una aturdida sensación de locura, se para en la puerta del hospital y se pregunta “¿y ahora que?” Juan nunca se sintió tan perdido como ese día, tenía casa una mujer e hijos que lo esperaban pero el no sabia a donde debía ir, ya nada existía en su mundo más que una sombra que lo perseguida soplándole en la nuca y a la que llamaba muerte.
Después de 50 minutos sube a su coche, llega a su casa, saluda sus hijos y abraza a su esposa, pero jamás cuenta nada de nada, se recuesta en la cama y se duerme, al levantarse horas después para Juan todo estaba claro, el debía de disfrutar su vida, no importa al precio de que, total el contaba con una ventaja, sabia la hora de su muerte. Tomo su maleta la armo, salio despacio por la puerta y tomo las llaves de su coche, fue al banco y retiro hasta la ultima moneda que tenia en el. -Ha me olvide de contarles que Juan tenia bastante dinero-, no por nada era uno de los corredores de bolsa mas exitosos de la zona-, ahora continuo; retira todo el metálico de su cuenta y de la de sus accionista, pues ya nadie dentro de 4 meses le iba a poder reclamar nada, y antes de salir de el banco, se dirige a la caja de prestamos, hipoteca su casa y así se arma de mas dinero del que podríamos imaginar, sin importar en su cabeza sus hijos o su esposa, como guiado por una fuerza poderosa pero extraña, una fuerza talvez de color gris, lo lleva a olvidar a todo su alrededor y a pensar solo en el y en que nadie podría reclamarle nada en 4 meses.
Toma el primer vuelo que encuentra y se dirige a alguna parte del mundo que a nosotros poco nos importa, y viaja y sigue viajando, recorre, conoce y consigue todo lo que su dinero podía comprar, lo único que el no tenia era un celular, porque lo repito el era solo el y nada importaban los demás. Hace todo lo que soñó en su vida y ahora Juan se siente satisfecho, espera sus últimos días de vida en una casa sobre un faro, en una soledad casi absoluta con el único sonido de gaviotas y barcos a lo lejos, a Juan le llega el ultimo día predecido por su Medico, pero el sol sube y vuelve a bajar y Juan seguía ahí con la misma energía de siempre y sin ni siquiera tos, el sol una vez mas sube y vuelve a bajar, y por si fuera poco eso se repite una y otra vez y ahora ya el no cuenta las veces que el sol sube o baja sino las 50 lunas que ya ha visto desde el día que debía morir, el dinero se le acaba y vuelve extrañado a su ciudad, recurre a su medico y le pregunta que sucede, el medico le hace un análisis rápido y le dice que milagrosamente había sanado, Milagrosamente para el medico, catastróficamente para el, Juan ya no tenia una vida, su vida aunque no allá muerto la tenia hipotecada, su vida estaba bajo el yugo de sus accionistas a los que había estafado, y ahora no podía ni siquiera entrar a su casa, primero porque ya estaba en remate y segundo porque su familia lastimada por tan terrible abandono no lo quería ver ni oír.
Ese día Juan recibió el castigo del egoísmo, esta vez el universo no lo castigo matándolo o enfermándolo, le dio el peor castigo que podía tener Juan, el universo lo dejo seguir viviendo.
El Karma realizo su trabajo de la forma mas picara posible, pero también de la forma mas cruel, podríamos discutir si Juan merecía o no esto, pero lo cierto es que hoy Juan ya jamás ve al día como uno cualquiera, para el como ese día que salio del medico, hoy no sale mas el sol, el suelo es un camino de espinas y la gente ya no quiere sentarse al lado de Juan, el prefiere estar muerto, pero es tan cobarde que ni siquiera tiene la valentía para matarse, hoy Juan vive en la calle pagando su culpa o sufriendo su egoísmo, lo cierto es que hoy Juan vive pero esta muerto.

Basado en parte en una historia real…



Licencia de Creative Commons
El Borrador de papeles by http://elborradordepapeles.blogspot.com is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 Argentina License.(el texto de este post esta protegido por las leyes internacionales de derecho de autor, pida permiso al autor para el uso de la obra)
¡¡Cuesta levantarse!!


Me levanto a las 6 de la mañana, con unos ojos que parecen plomadas no los logro abrir veo las cosas a la mitad como tanteando todo lo que ahí a mi alrededor, me tropiezo con una silla bruta que se mete en mi camino, y me reviento el dedito chiquito del pie, pero con el sueño que tengo y con el silencio que ahí no tengo ni ganas de gritar. Ahora como guiado por una fuerza al estilo Stars Wars, me voy a la cocina, la prendo, claro después de buscar 10 minutos un encendedor, pongo a hervir el agua para el café, que aunque se que hace mal es lo único que me despierta, voy mientras me lavo la cara y hay renazco, ahí entro a entender que estoy despierto y que ya no voy a dormirme mas, “o al menos eso creo?” me voy a la computadora, la prendo, pongo la radio por Internet, y mientras escucho algún tipo de jazz, rock, bolero o lo que sea que este sonando, me recuesto esperando que hierva el agua, y parece que viene el hada de los sueños y me empieza a dormir, me estoy durmiendo, se me están cerrando los ojos, me dormí…
Me despierto cuando se enciende en mi nariz el detector de incendio… soy genial, se me olvido la jarra hirviendo, me levanto de un salto, y la jarra ya esta por menos de la mitad de agua, ahora mas que un café me tomo un cafecito, pero bue… por lo menos no voy a volver a dormirme…
Related Posts with Thumbnails